Alarma e indignación ha provocado en mucha gente el manejo espurio que se le ha dado al dinero que donó Taiwán y que fue depositado en el BCIE, cuyo objeto esencial era beneficiar directamente a familias pobres de Rincón Grande de Pavas.
Sin embargo, también ha producido incertidumbre y desazón el mal manejo de los otros recursos provenientes del mismo BCIE, dados al Estado costarricense con el objeto de que se creara mayor gobernabilidad en nuestra sociedad política. ¡Y pensar que todavía desconocemos buena parte de lo ocurrido!
Malversación. El dinero donado por Taiwán para las familias pobres de Pavas se quedó en consultorías. Para mí un claro caso de malversación de fondos, por lo cual denuncié al ministro Zumbado ante el Ministerio Público.
Mi opinión es que, además, podrían haberse cometido otros delitos, ya que Zumbado tomó la decisión de canalizar buena parte del dinero ($315.000) al ya famoso CIDH, sociedad comercial que él había fundado en 1997, y de la cual continúa siendo su vicepresidente. En mi concepto, negar esto, echando mano a argucias y trucos, producirá más irritación en la sociedad y más desasosiego.
Muy poco han hecho los diputados oficialistas para intentar ahondar en la investigación. Para ellos todo está en perfecto orden. Más bien han dirigido las baterías a enturbiar la investigación, trayendo a cuento otras contrataciones como para dar a entender que hasta algunos de los principales dirigentes del PAC también están “embarrados”. Curioso proceder porque, en lugar de demostrar sus aseveraciones, no han hecho más que comprometer a organizaciones y personas sobre las que hasta el momento no pende ninguna acusación formal.
Infamante afirmación. Un ejemplo: ventilaron la mentirosa afirmación de que Ottón Solís había hecho una consultoría para CIDH, y que el estipendio habría sido girado a su esposa. La infamante y calumniosa afirmación de parte de los diputados liberacionistas quedó al descubierto tras la comparecencia en la comisión del presidente del CIDH, Jorge Nowalski, quien la desmintió por completo.
Cualquiera comprende que, de haber sido cierta la especie, salpicaba en primer lugar al propio Nowalski y al CIDH, ya que se habrían prestado a la maniobra. (¡No me defiendas compadre!)
Sometido Fernando Zumbado a un interrogatorio por este servidor, mostró una actitud evasiva y titubeante en muchos extremos. Sin embargo, fue célebre, la respuesta de Zumbado, cuando le pregunté si él había informado al presidente de la República sobre la donación de Taiwán, como era su deber. A lo cual me contestó que no. Repreguntado, por mi parte, acerca de la razón que había tenido para omitir revelar esa información al Presidente, para mi sorpresa y la de todo el mundo, me respondió que no había querido molestarlo. ¿Molestarlo? Inquirí enseguida, ¿Molestarlo considera usted que es hacerle saber al Presidente que el país se había hecho acreedor de una donación de 2,5 millones de dólares de Taiwán para la comunidad de Rincón Grande de Pavas?
Me he quedado dándole vueltas a la respuesta de Zumbado, que fue curiosa ciertamente. Pues ¿qué pensar de un presidente, conocedor de ese cuantioso aporte, quien decide siempre aceptar los recursos, a pesar de que ya tenía decidida la ruptura de relaciones con Taiwán? ¿No es eso un poco macabro? Por el otro lado, si el presidente Arias desconocía ese “detalle” de la donación taiwanesa, no queda tampoco muy bien parado, pues ello revelaría las vicisitudes de un “capitán” que habría abandonado la dirección de la nave a unos “insubordinados” y temerarios subalternos.
Todo esto produce enorme irritación en la sociedad,y podría estar revelando, dolorosamente, el “modus operandi” doloso de otro sector de nuestra élite política.
Si tan solamente se gobernara ateniéndose a rigurosas reglas de decencia pública, aunque sería insuficiente, todos viviríamos más felices.
Bienvenid@
Sé que la mayoría de ustedes son buenos lectores. Es posible que hasta algunos hayan leído ya el libro de Bernardo Kliksberg, titulado “Más ética, más desarrollo”, del cual les envío un extracto como “abrebocas”, apenas para engancharlos con la lectura de todo el libro.
Perdónenme el atrevimiento, pues también sé que todos tenemos mucho para leer y trabajar; pero, si hoy me tomo la osadía de compartir con ustedes este fragmento, es porque lo considero suficientemente inspirador del año que apenas inicia y que tantos desafíos y oportunidades le depara a Costa Rica.
La Cámara de Industrias tuvo a bien enviárme la obra completa en el curso del pasado año. ¡Ojalá este fragmento los invite a acometer la tarea de leer todo el libro! Si así fuera enhorabuena.
Afectuosamente,
Alberto Salom Echeverría. Ver más
Perdónenme el atrevimiento, pues también sé que todos tenemos mucho para leer y trabajar; pero, si hoy me tomo la osadía de compartir con ustedes este fragmento, es porque lo considero suficientemente inspirador del año que apenas inicia y que tantos desafíos y oportunidades le depara a Costa Rica.
La Cámara de Industrias tuvo a bien enviárme la obra completa en el curso del pasado año. ¡Ojalá este fragmento los invite a acometer la tarea de leer todo el libro! Si así fuera enhorabuena.
Afectuosamente,
Alberto Salom Echeverría. Ver más
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miércoles, 21 de enero de 2009
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